Hoy he comenzado las prácticas en el
C.P. Conde de Mayalde en Añover de Tajo (Toledo). El colegio se divide en dos
edificios diferentes, uno para infantil y otro para primaria, y están situados
cada uno en una parte del pueblo. Al comenzar la jornada me dirigí al colegio
de Primaria para presentarme, y me recibieron varios maestros y maestras; y la
jefa de estudios, llamada Araceli. Ésta me dijo que fuera al colegio de los
pequeños, puesto que allí estaba la directora, Pilar, y me daría las
indicaciones que debería seguir el día de hoy.
Cuando llegué al colegio de infantil,
fui a la sala de profesores y me encontré con varias maestras y la directora.
Saludé y me dieron todas dos besos. Pilar me dijo que si quería pasar por
infantil también, pero que solo dos o tres días porque lo suyo es que yo esté
en primaria ya que es mi especialidad, y por ello hoy estuve con una clase de 5
años.
Hay dos clases de 5 años: 5 años A
cuya maestra se llama Mabel (y es mi madre) y 5 años B, con su maestra Belén.
Como yo ya había estado en la clase de mi madre otras muchas veces, preferí ir
a la otra clase para ver cómo eran los niños y qué métodos y técnicas usaba su
profesora.
Cuando entré a clase, los niños
estaban sentados en la alfombra y cuando dije Buenos días todos me dijeron
“Buenos días Laura” muy alegres. Vi caras de todo tipo, de asombro, de alegría,
de extrañeza… Pero para todos al fin y al cabo era una sorpresa que hubiera una
profe nueva.
Nos sentamos todos alrededor de la alfombra,
yo junto a la maestra, y empezamos la asamblea. Hoy el protagonista del día ha
sido Jacob, y él es el que ha hecho todas las actividades de la asamblea.
Primero, tenemos que ver qué niños han venido al cole, y quiénes se han quedado
en casa. Para ello, tenemos un cole y una casa dibujados, y con velcro pegados
los nombres de los niños. Jacob tenía que ir leyendo los nombres de los niños y
situarlos en el colegio (porque han asistido a clase) o en casa (porque han
faltado).
Cuando hemos pasado lista, había que contar los niños que había en casa y los que había en el colegio. Primero contaban cuántos niños y después cuántas niñas y hacían la suma. Hoy han asistido al colegio 21 niños y han faltado 7. La maestra me ha dicho que esa no es la realidad de su clase, puesto que cuando están todos son más alborotadores y nerviosos.
Cuando hemos pasado lista, había que contar los niños que había en casa y los que había en el colegio. Primero contaban cuántos niños y después cuántas niñas y hacían la suma. Hoy han asistido al colegio 21 niños y han faltado 7. La maestra me ha dicho que esa no es la realidad de su clase, puesto que cuando están todos son más alborotadores y nerviosos.
A continuación, han cantado una canción
para los días de la semana, y Jacob ha sabido decir que estamos a Lunes. Esto
lo asocian a que traen el babi limpio de casa para dejarle toda la semana en el
colegio. Después de poner el día de la semana, ponemos a qué día y qué mes es,
y también el año. Hoy Jacob ha tenido que buscar noviembre y el día 3. También
decimos qué tiempo hace, y hoy estaba soleado.
Una vez hecho esto, Jacob ha tenido
que decir quiénes serían los jefes de mesa del día de hoy. Hay 4 mesas con 6 o
7 niños en cada una, y de 4 colores diferentes: rojo, azul, amarillo y verde.
En esta clase, los colores de los equipos se corresponden con cada coche de la
película Cars.
Tras esto, la maestra ha escrito la
fecha en la pizarra y Jacob ha tenido que repetirla. Ha tenido algunos fallos y
ha necesitado ayuda, pero al final ha conseguido escribirla correctamente.
La asamblea ha terminado, y hemos
pasado al juego de la “imprenta móvil”. En este juego, tenemos una serie de
palabras (esqueleto, estómago, médico, cerebro, etc) y los niños tienen que
leerlas. Después, Jacob como protagonista del día elije una y la escribe en la
pizarra con la ayuda de la profesora. También cuentan las letras que tiene la
palabra, en este caso el niño ha elegido “esqueleto”. La “qu” la consideran una
letra, y por ello cuentan 8 letras en esta palabra. Han tenido que salir 8
niños, y Jacob les repartía las letras por orden para así formar la palabra. La
forma de leer que tienen es letra por letra, con su sonido correspondiente; y
así van asociando unas con otras para aprender a leer. Una cosa que me ha
sorprendido es que al usar esta técnica de leer sonido por sonido cada letra,
los niños descolocaban la palabra “esqueleto” y formaban otras como “seeqlteo”
y la leían. Además podían formar otras palabras conocidas como “sol” o “teo”.
La maestra tras terminar esto ha
explicado la ficha que se realizaría hoy. En ésta se mostraban dos gafas, unas
con el cristal con forma de óvalo y otras con forma de círculo. Tenían que
picar las que tuvieran forma de óvalo y poner papel transparente naranja pegado
por detrás para simular los cristales. La profesora daba muchas explicaciones
despacio, y les iba preguntando para ver si lo habían entendido.
El siguiente juego que hemos realizado
ha sido para reconocer formas geométricas como eran triángulo, rectángulo,
círculo y óvalo. Repartimos muchas figuras por las mesas y los niños bailaban
alrededor. Cuando paraba la música, la profesora decía una figura y los niños
tenían que buscarla y cogerla.
Después de este juego, se han sentado
todos en sus mesas y han empezado a hacer la ficha de las gafas. Cuando
terminaban, tenían que escribir la
palabra “gafas”.
La segunda ficha que hemos hecho ha
sido de dibujo. Han tenido que dibujar un esqueleto y los ojos. También
escribían las palabras para aprenderlas. Yo he podido ayudar a escribir
esqueleto a algunos niños, puesto que les costaba. Otros lo escribían solos.
Cuando iban acabando esta ficha,
cogían su mantel y su talega y se ponían a desayunar. Hoy tocaba bocadillo o
sándwich, ya que en el colegio llevan un calendario de comidas y cada día toca
una cosa. Se lavaban las manos y se ponían a almorzar. Si terminaban podían
jugar a la plastilina.
RECREO. A la tutora de 5 años B le
tocaba vigilar el patio, por lo que yo también me quedé fuera. Los niños venían
diciéndome “profe, profe, este niño me ha pegado/tirado arena/quitado el
balón/etc” y yo les acompañaba para que se pidieran perdón. Otros niños no se
despegaban de mi, y querían que jugara con ellos. Jugué al escondite con niños
de 3 años que no jugaban a nada. También les hacía bromas y se reían mucho.
Al terminar el recreo, entramos otra
vez todos a clase y tocaba relajarse. Los niños se sentaban en su sitio y la
profesora ponía música relajante. Por equipos iban a lavarse las manos y al
baño, y volvían a clase.
A continuación hicimos la última
ficha del día, y ésta era la de matemáticas. Tenían dos flechas, una roja y
otra verde, y una serie de dibujos a cada lado. Les daban una serie de
instrucciones, y tenían que pintar los dibujos que se les indicaba. Con esta
ficha querían conseguir que distinguieran las formas geométricas, ya que en
medio de cada dos flechas había un círculo, un cuadrado y un triángulo.
Cuando terminaban podían jugar a los
rincones de cocinita, construcciones, puzles o cuentos, hasta la hora de la
salida del colegio. Al final del día los niños me decían que si iba a volver al
día siguiente y me daban abrazos por el día que habían pasado conmigo.
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